martes, 27 de diciembre de 2011

La identidad de la masonería mixta

Comentarios para una identidad 

 A partir de las declaraciones y de la literatura escrita por miembros de El Derecho Humano que hayan estudiado esta obediencia, intentaremos definir con más precisión lo que es El Derecho Humano hoy y cómo trabajan juntos sus miembros, en las columnas de sus templos: 
- Sin referirse a una trascendencia llegada desde arriba. 
- Ni a una palabra revelada. 
- Ni a un “sagrado” llegado de otro sitio, agnósticos, ateos y creyentes juntos. 
Como indicaba un comunicado de prensa de la Obediencia, la guías que siguen los miembros de El Derecho Humano tienen como base tres criterios: el camino masónico e iniciático, la apertura al mundo y la discreción. Esta búsqueda se basa en las siete reglas-protocolos que hay que observar: 
- La tolerancia. 
- El respeto a sí mismo y a los demás. 
- El amor a la libertad. 
- El sentido de la solidaridad. 
- El afán de justicia. 
- El deseo del progreso humano. 
- La práctica de la fraternidad. 

1 – El camino masónico e iniciático 
Los masones se apoyan en el estudio de las tradiciones y de los símbolos. Esto implica una búsqueda permanente y un volverse a cuestionar continuo. La frase de Platón “Conócete a tí mismo y conocerás el universo entero” se aplica aquí totalmente. 

En el ritual se dice: “No se recibe la Iniciación, se inicia uno mismo”. 

Estos principios fundamentales no pueden cambiar, cualquiera que sea el ritual utilizado. Jean Maisonneuve piensa que las mayores funciones del ritual son de tres tipos: “Función de dominio de lo movible y de seguridad contra la angustia, función de mediación con lo divino o algunas formas y valores ocultos o ideales y función de comunicación y de regulación”

Para el masón de El Derecho Humano esta última función es la esencial. Es la que le permite comunicar con sus hermanas o hermanos de todo el mundo a pesar de las barreras lingüísticas o culturales. La Masonería puede así vivir comprendiendo plenamente las ceremonias comunes. Estos rituales utilizan los símbolos de las herramientas de los constructores, las filosofías y las éticas filantrópicas. 

Como lo proclamaba Léon Nisand, “la Masonería se sitúa en el grupo de las Iniciaciones espiritualistas” lo que no hay que confundir con las iniciaciones que apuntan a la inserción social, de grupo u ocultista. Hay que subrayarlo, en un período en el que las sectas de todo tipo florecen, muchos son los que aún hacen una amalgama de confusión. Todo ello alimentado por las sectas o los movimientos extremistas que temen a las iniciativas del pensamiento libre, crítico y abierto de los masones. 

El cuestionamiento del iniciado no puede hacerse sin un esfuerzo continuo y sin asumir sus responsabilidades: responsabilidad hacia uno mismo, sus allegados, toda la sociedad humana y su medio ambiente. Estas responsabilidades abarcan, claro está, además del conocimiento, la educación, el compromiso político en la defensa y el desarrollo de las libertades, la defensa del medio ambiente y contra las derivas científicas destructivas. 

Todos, sea cual sea su nivel cultural, pueden recorrer este camino si la inteligencia natural trabaja a la par con las cualidades del corazón. El camino iniciático se basa sobre estos criterios, sin ningún elitismo; sólo se tiene en cuenta el trabajo, y la progresión en los grados es un derecho de todos. 

Para iniciar este camino, el funcionamiento de un Taller utiliza una metodología específica que se analiza desde dos ejes: por un lado, una iniciativa colectiva del grupo, con sus características particulares, que da el carácter institucional de la logia y por otro, un método individual que pasa, entre otras cosas, por la escucha y el silencio. 

El camino que ha de tomar el iniciado está codificado en los rituales, la Constitución Internacional y los reglamentos de cada Federación y Logia. 


2 – La apertura al mundo 
Cómo decía el Profesor Albert Jacquard durante un Coloquio en Ferrette donde es un ponente habitual: “Para hacer un hombre, hacen falta hombres”

Sin los demás, el hermano o la hermana de El Derecho Humano no tiene razón de ser. 

El internacionalismo permite no sólo la mezcla de culturas y el enfrentamiento a los problemas de nuestros días, sino también la proyección en un futuro más o menos inmediato, aunque la prospección sea cada vez más difícil en un mundo en el que la técnica evoluciona tan deprisa. 

El “Boletín Internacional”, las hermandades de las logias, los Coloquios, las cuestiones, elegidas por los delegados de todo el mundo y estudiadas en todas las logias de la Orden y los Conventos Internacionales, son los vínculos de la apertura de cada miembro hacia los demás. Este internacionalismo es ayudado por los medios modernos de comunicación y sus miembros, así mismo como la Obediencia, se comunican por Internet, lugar donde varias Federaciones de El Derecho Humano ya tienen una página o un blog. 


3 - La discreción 
Por naturaleza y costumbre, la Orden se mantiene discreta. Únicamente sus miembros se implican a título individual en las acciones profanas y se mantienen ellos también, de manera general, muy discretos en cuanto a su pertenencia a la Masonería. 

Piensan que su Obediencia no debe caer en el juicio parcial y defender los intereses particulares de un grupo de opinión o de poderes. 

Sin embargo, como estructura, El Derecho Humano se posiciona cada vez que se dan acontecimientos que agitan al mundo. Da la mayor importancia al interés superior del género humano. Por ejemplo, se manifestó contra las masacres de civiles en Argelia. Los conflictos, el terrorismo y la intolerancia, son temas por los que las diferentes federaciones de El Derecho Humano se manifiestan en el exterior en función de su contexto nacional.

sábado, 24 de diciembre de 2011

De la Navidad y el Solsticio


La etimología de navidad procede del “nativitas” latino y del verbo “nascior” (nacer). Y la de solsticio, también del latín, de la posición y movimiento del Sol: “sol sistere o solstitium” o sol quieto. En ambos casos nos encontramos con referencias a la vida y su ciclo, sea en la Tierra o en el universo. Y en ambos al inicio y fin de ciclos supra individuales.

Así vemos que el “nativitas” no es el nacimiento de nadie, ni siquiera de un dios personalizado como “Jesús”, sino de la luz del Sol tras el declive que se inicia en el solsticio de junio, y eso en nuestro hemisferio -el Norte-, algo que olvidamos con frecuencia; pero navidad y Jesús están tan ligados en el imaginario popular que algunos le adjudican al latín presciencia idiomática; y aunque éste es un “idioma culto”, no llega al nivel de adivinar en su raíz etimológica el nacimiento de ningún dios. De modo que esa explicación que los cristianos hacen de que la palabra navidad se corresponde con el hecho del nacimiento de Jesús es una verdad a medias.

Y ahí se acaba toda la historia cristiana de la Navidad, porque los cristianos descubrieron que la navidad era la Navidad en el siglo IV. Antes, durante un par de miles años, la adjetivación “natalis” había estado ligada a la “natalis solis invicti” (nacimiento del sol invicto) de los romanos y antes al Mitra de los persas o al Lug de los cultos celtas, o a la aún más antigua de los egipcios sobre Ra, y al fin de las sombras y el renacer de la luz.

Hasta el siglo IV los cristianos celebraban el nacimiento de Jesús sobre el 6 de enero, como todavía hoy hace la Iglesia armenia o la Ortodoxa griega. Pero como los obispos de Roma, Alejandría, Antioquia o Constantinopla se llevaban a matar entre ellos, y de hecho se mataban en cuanto podían, el de Roma, por entonces Julio I, propuso que el nacimiento de Jesús se celebrase el 25 de diciembre como elemento diferenciador de su autoridad -ya que se titulaba Papa, para mosqueo de sus colegas-, y así “ocupar” unas fechas que eran muy populares entre la aún inmensa población pagana del imperio.

Así, el obispo de Roma se apropió de una fiesta romana -las saturnales-, y las desplazó unos días. En la Saturnalia, sobre el 15 del mes décimo (diciembre) los romanos celebraban unas fiestas en honor de Saturno y aprovechaban para intercambiarse regalos entre amigos, familiares y niños. Y es que esto de quedarse con fiestas ajenas y luego querer vendérnoslas como si fueran los inventores de ella, como hizo Coca Cola con Papa Nöel, es una vieja tradición de la Iglesia. Una de las últimas usurpaciones de fiestas ha sido tomar el 1 de mayo y convertirlo en san José Obrero.

Esta propuesta del 25 del mes décimo fue ignorada por los obispos orientales y en Occidente se fue imponiendo poco a poco por las buenas o por las malas, y casi siempre por las malas: quemando y saqueando los templos paganos y asesinando a sus sacerdotes, y de paso engrosando las arcas del emperador y del obispo de turno con los despojos.

Una vez que la Iglesia occidental declaró el 25 de diciembre como natalicio de Jesús, los de Oriente decretaron que, además del natalicio, el bautismo de éste sería el 6 de enero y marcar así bien sus diferencias con Roma, pero en Roma, tras darle muchas vueltas –durante casi 200 años, y ya en pleno cisma con Constantinopla-, esa fecha fue escogida para celebrar la llegada de los Reyes Magos a Belén y así extender la navidad hasta ocupar todos los días que cualquier otra iglesia pudiese usar en la pugna por la primacía en la celebración del nacimiento de Jesús, y aprovechar la costumbre de los regalos de las saturnales para vestir la entrega de presentes de los Magos al recién nacido.

Hoy asistimos a una cierta polémica entre Navidad religiosa o Navidad laica, donde hay más de artificio religioso que de desapego laico. Los creyentes defienden a capa y espada el carácter religioso-familiar como seña de identidad de estos días y algunos laicos se descuelgan con llamativas peticiones como que se denomine a la navidad “fiesta invernal” o que en los colegios públicos no se canten villancicos religiosos -¿conocemos otros?-, en una, en mi opinión, mal enfocada afirmación de un carácter laico que esta festividad nunca ha tenido, con o sin Jesús de por medio.

Porque históricamente estas fechas, en todas las culturas, han estado teñidas de referencias mágicas o religiosas, y no podía ser de otra manera en sociedades agrícolas que tomaban el ciclo solar como referencia para su vida.

Pero, sea como sea que hoy celebremos estas fechas: por la creencia religiosa, por la tradición, por la costumbre social… lo que hay que desearnos a todos es que las disfrutemos con la gente a la que queremos, nos acordemos de quienes ya no pueden acompañarnos y hagamos de las ilusiones de los niños el mejor regalo de la fiesta; y, nosotros, los adultos, al menos, procuremos cumplir, aunque no sea más que uno, alguno de esos buenos propósitos que sospechamos abandonaremos al poco de iniciarlos.

He dicho.
Ricardo 

domingo, 18 de diciembre de 2011

No hay tiempo para el silencio

 
Hola Olivia,
Hoy es Pedro el que te escribe. Y que esta frase baste para que entiendas de donde vienen estas palabras.

Las personas pasan, las sociedades cambian y el legado es su cultura.
Nuestra cultura es la Humanidad, la busqueda de su progreso, la construcción de un lugar donde toda ella pueda ser.
Esta construcción tiene qué la erosione, el fanatismo, el egoismo, el miedo, la oscuridad.
Pero hay muchos que trabajan y ofrecen sus herramientas para darle una hora más,. Siempre una hora más. A todos ellos les agradecemos su regalo.
 Están siempre atentos, con el corazón abierto, escuchan y saben reconocer lo que sus hermanas y hermanos, que todos los somos, necesitan.
 No hay para ellos una verdad encerrada en una historia lejana, hay muchas verdades que laten en los corazones de cada uno de aquellos a los que llamamos otros.
 Pero sobre todo no tienen miedo que les vele la razón, ni el sentimiento. No hay cadenas que les inmovilicen, solo las que les unen al resto del mundo. 
 Ven lo más bonito que hay en tus ojos, y son conscientes de las sombras de tu mirada.
Y no dejan nunca de trabajar, de caminar, de crecer.

Porque cada instante que no se proteje esta construcción saben que a una niña le rompen el corazón para llenarlo de fantasmas, cada instante que no se está alerta a un niño le roban su tiempo de ser niño.

Alzan su voz allá donde están porque no hay tiempo para el silencio.
Porque el silencio no puede ser complice de las renuncias de nuestro deber.
No hay tiempo para el silencio porque saben que cada instante es un tesoro para las niñas y los niños.

No hay tiempo para el silencio porque no podemos permitir que el silencio lo llenen vuestros llantos.

He dicho

jueves, 15 de diciembre de 2011

La resignación



Entiendo aquí y ahora por resignación la tercera definición del Diccionario de la RAE, esto es:

3. f. Conformidad, tolerancia y paciencia en las adversidades.”

Como todo en el mundo la resignación tiene dos aspectos, uno positivo y otro negativo, que, al final, confluyen en una única conclusión que es la que acertadamente debemos adoptar. Empezando por el aspecto negativo, flaco favor haríamos a nuestro caminar masón si abrazamos la resignación en esta cara pesimista, esto es, cuando pensamos “qué le vamos a hacer, Dios así lo quiere”, o “así es la vida, qué vamos a hacer frente a esto…”, “ante la mala suerte…” “no hay mal que cien años dure…”. El aspecto negativo denota derrota, abandono a una suerte de azar o de ley imperativa que no podemos contestar, ni lo intentamos siquiera. Adoptar esta actitud nos lleva a una suerte de fe en el azar, al culto a la buena suerte, a la esperanza en una lotería general que nos ha de dar el premio del cielo, el premio de la riqueza, el precio de la salud y hasta el premio de la inspiración en el arte... Resignarse, en el sentido negativo que acabo de exponer, se encuentra muy lejos de la meta de un masón, cuya principal obligación es la perseverancia, es, ante un problema o vicisitud, dar vueltas para encontrar la solución, vueltas y más vueltas porque todo está en el propio problema. Lo tenemos que observar, y volver a observar, leer y releer, darle vueltas y más vueltas, observar, leer, leer, releer, trabajar y… encontraremos.

En un aspecto de la resignación que califico algo más positivo que el anterior, nuestra actitud podría definirse por aquella disposición del ánimo que consiste en conllevar. Nuestra vida no es sino un sufrir las impertinencias, penalidades, adversidades, desgracias, limitaciones, frustraciones, enfermedades, etc. A pesar de ello continuamos nuestro andar diario, nuestro camino hacia la perfección, somos incluso felices –al menos lo creemos-. Y vivimos, y nos superamos e incluso de tanto conllevar nos olvidamos del peso que arrastramos, por la costumbre de llevarlo a nuestras espaldas. Pero la mochila donde hemos guardado todas esas vicisitudes sobra, no cabe duda de que iríamos mejor sin ella. El masón tiene que dejar los metales a la puerta del templo. En la vida profana y en la masónica estas penalidades, adversidades… etc., también deben abandonarse. Debemos desprendernos de esa mochila. Para ello no encuentro otra solución que partir de una crítica acerba y un valeroso reconocimiento del enorme fracaso que hasta ahora hemos cosechado. En esto es preciso que seamos inexorables, porque es la base de todos los demás trabajos que –como personas y, sobre todo, como masones- debemos, bien emprender, bien continuar. Nuestra actitud resignada se halla cubierta de una densa costra formada por valores falsos, por fantásticas presunciones, por montañas de superlativos que desfiguran nuestras verdaderas virtudes y cualidades. Tenemos que ser en esta crítica leales, podemos ser piadosos, procediendo en ella con dolorido amor, pero inexorablemente. Ya conocemos aquél acertado refrán que decía “Quien bien te quiere te hará llorar. Quien no te haga llorar es que no te quiere, es que sólo te quiere gozar.”

Es en este proceso interno de autocrítica y de reconstrucción del que acabo de hablar donde encontramos el verdadero significado de la palabra resignación, que no es la derrota, amargura e impotencia del primero ni la carga del segundo. La resignación en este tercer significado, resultado de la fusión de los dos primeros, viene a ser un método para alcanzar un fin. Una tolerancia temporal mientras no se encuentra la solución al problema. En esta tercera y adecuada significación, la resignación no supone un abandono a la suerte por no poder luchar contra ella, ni tampoco un conllevar las adversidades mientras nos movemos. La resignación es, pues, una paciencia en los infortunios, a la vez que, sin dejarnos vencer por la angustia de la situación, perseveramos en la búsqueda de su solución. De esta forma se convierte en transitorio lo que en el aspecto negativo y positivo de la resignación, habíamos convertido en crónico.

Rafael

lunes, 12 de diciembre de 2011

Esclavos

Casi me atrevería a decir que si algo distingue a un masón y a una masona es la Libertad. Libertad sobre los prejuicios sociales, Libertad sobre el mundo, Libertad sobre sí mismo.


Si bien es cierto que nunca dejamos de ser aprendices, que nunca dejamos de trabajar por ser un poco más libres, o al menos de intentarlo.

Sé que reflexionando sobre este tema lo primero que viene a la cabeza son los niños esclavos, obligados a trabajar en el mejor de los casos, obligados a morir en la mayoría, como carnaza de multinacionales que no ven más allá del beneficio, como carnaza de generales de salón, obligados a empuñar un fusil o un machete y a mutilar los sueños de otro niño.


Pero ojo, esas multinacionales venden y nosotros, yo, soy su cliente, y compro sus productos.

Como decía nos vienen a la cabeza, niños, y niñas y mujeres, y el sexo y su esclavitud. Pero nosotros, yo, seguimos consumiendo.

Consumiendo, consumiendo, consumiendo.. la esclavitud del siglo XXI.?

Me levanto con el despertador que ilumina la pared proyectando la hora y queda tan bonito en la mesilla.

Aparto las sabanas que compre en aquella maravillosa tienda y la manta que sin duda hacía falta para dar ese toque a mi habitación.

El jabón de la ducha debe ser el que mantenga mi piel suave y tersa, la maquinilla de afeitar que me haga tan varonil y sexy y necesito decir quién soy cada temporada con una ropa adecuada a la imagen que quiero dar de mi mismo.

Me monto en el coche que dice que soy un macho alfa joven y atrevido.

O quizás no.

Consumo, desde que me levanto hasta que me acuesto, consumo.

Soy un esclavo del siglo XXI.

Estoy rendido a un sistema de desarrollo basado en usar y tirar.

Porque el beneficio, el beneficio es nuestro dios.

Pero sé que todo esto puede cambiar, y que si quiero cambiar el mundo yo debo ser ese cambio en el mundo.

Puedo vivir de una forma medioambientalmente sostenible y puedo pedir a la sociedad a la que pertenezco que lo haga.

Desde 1979 el estado español ha subvencionado con 77.560 millones de euros el sector económico de la construcción. Y España ha crecido, bueno, el bolsillo de algunos si, pero ya no hay españoles que siguen sin vivienda digna, y no hay trabajadores sin formación, no hay ayuntamientos que no atiendan las necesidades de los expulsados del núcleo de la sociedad a los círculos de las eyecciones sociales, Michel Onfray dice que hay tres, los condenados a vagabundear sin domicilio, los réprobos improductivos y los explotados.

Podríamos hablar del romanticismo revolucionario, de la ética de la violencia, de la libertad libertaria y de cuál es el terreno de la resistencia.

Pero hablar no vale, al igual que la Masonería no se lee, se vive en las tenidas, la Libertad no se teoriza, se practica.

En nuestra sociedad la religión es la teoría del capital, nuestros santos los hacedores de beneficios.

La miseria es sucia y nos divide, la izquierda y el trabajador están relegados a ser la mística de esta religión.

Nietzsche certificó la muerte de Dios.

Soros la muerte del trabajador.

De la circunstancia de la muerte de Dios se nos llamó a construir el superhombre, de la muerte del trabajador deberíamos llamar al nacimiento del Ser. Y como el superhombre nacía de la voluntad de poder, el Ser nacerá del reconocimiento del Deber, el deber que tenemos cada uno, deber para con uno mismo, Libertad, y deber para con el otro amplio, el Ser amplio, Ser humano, Ser medioambiental, Ser reflejo del Todo, Igualdad.

Todo ello bajo la ley de la Fraternidad

sábado, 10 de diciembre de 2011

La Comisión Europea con las asociaciones filosóficas y no confesionales de Europa



El pasado 30 de noviembre y una vez más,  la Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain ha sido invitada a participar en la reunión que regularmente celebra la Comisión Europea con representantes de las asociaciones  filosóficos y no confesionales de Europa
 
El texto leído por nuestro presidente, Salvador Mollá, único representante español en el acto, en el turno de intervenciones de las diferentes delegaciones presentes se puede seguir en este enlace.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

EME - GLE - Ministerio de Cultura



El EME (Espacio Masónico de España), que reúne la masonería adogmática española,  en respuesta al comunicado de la GLE (Gran Logia de España) en el cual expone que ha llegado a un acuerdo unilateral con la Subsecretaría de archivos estatales del Ministerio de Cultura, para la promoción y estudio del fondo expoliado a la masonería española, ha dirigido una carta al Sr. D. Rogelio Blanco, director general del Libro, Archivos y Bibliotecas. En ella el EME se pone a disposición de esta dirección general para colaborar al mismo nivel que la GLE y remarca que las obediencias que lo forman tiene los mismos derechos.

Argumenta la GLE que es heredera del Gran Oriente Español previo a la Guerra Civil siendo este un argumento insostenible históricamente y documentalmente, partiendo el nuevo GOE de los archivos de Alonso y Foruria. Salvo el Supremo Consejo del 33 para España y el Derecho Humano no hay cuerpo masónico que pueda probar su existencia en el periodo anterior al expolio y persecución desencadenada por el régimen franquista.  Es pués que el pasado de la masonería española nos pertenece a todos los masones y masonas contemporaneos.


Comunicado del EME (Espacio Masónico Español) integrado por la federación española de El Derecho Humano, la Gran Logia Simbólica Española, las logias españolas del Gran Oriente Francés y la Gran Logia Femenina de España.

Interpretación por parte de la GLE del documento firmado con el MdC.


Los Himnos necesarios

 
El poema que sigue fue leído por su autora con motivo de la conferencia que sobre "Laicismo y república: el modelo francés" dictó el Prof. Henri Peña Ruiz el pasado 11 de noviembre en Zaragoza y de la que ya nos hicimos eco en este mismo blog.

Agradecemos a su autora, Olga Bernad, la oportunidad de publicar su obra




Hace años, en la noche del destino,
oíamos el viento sobre el mundo.
La inmensa libertad –madre severa-
nos rodeó como lo hubiera hecho
una horda violenta de incertidumbre y frío.
Por combatir el frío, pensamos un refugio
y convertimos el refugio en casa,
y la casa en iglesia, y la iglesia en castillo
y la mirada en bestia vigilante.
En su fondo encerramos un vacío:
la zona más feroz de nuestras dudas
le hizo un sitio a la cárcel, igual que la tristeza
va cavando rincones para el odio. Despacio,
muy despacio, inventamos los himnos necesarios,
canciones que consuelan en la noche y acarician
la seca piel del miedo.
Un uniforme se hizo imprescindible,
pues contaban que más allá del río
unos hombres sin nombre, sin castillo
ni cárcel ni rutinas ni esperanza
miraban desde el llano nuestras casas.
Llegaban con sus ojos inquietantes
hasta la verde línea de las aguas
y codiciaban nuestra indiferencia.
Debíamos distinguirnos de esos hombres
y defender lo hecho.
Ella cosía con manos de novia
y esperaba de mí y por mí, y sufría.
Así que me vestí de combatiente.
No sé de cuántas guerras volví triste,
cuántos hombres distintos he matado
o si acaso he matado siempre al mismo.
Sólo recuerdo a uno.  Nos miraba
desde el hambre y el frío de la nada,
perplejo y desarmado.  
Dicen que le he matado sin motivo
porque aquí ya no queda apenas nadie
que entienda cómo hiere
ver a lo lejos a un pobre hombre libre.

OLGA BERNAD
28 de octubre de 2011


sábado, 3 de diciembre de 2011

Culminación del "laissez-faire" (y II)


IV 
Capitalismo y laissez-faire

Para Keynes, la característica esencial del capitalismo es su dependencia de los instintos de amor al dinero de los individuos, como principal estímulo de la máquina económica, al mismo tiempo que el sistema capitalista es incapaz de alcanzar el pleno empleo en condiciones de laissez-faire. Y, por otro lado, el capitalismo no consigue realizar una distribución de la riqueza y del ingreso, más justo y menos arbitrario. 

De esta visión del capitalismo transciende la idea de que los mecanismos reguladores de la inversión no garantizan un nivel óptimo de producción y empleo, y sin la utilización intencionada de mecanismos de intervención, no se consiguen situaciones de equilibrio, ya que la existencia de un nivel de equilibrio con sub-empleo, es una característica substantiva del capitalismo e inherente al sistema económico de laissez-faire. El capitalismo, dirigido con sensatez, puede probablemente hacerse más eficiente y alcanzar fines económicos mejor que cualquier sistema alternativo a la vista, pero en sí mismo es en muchos sentidos extremadamente cuestionable. 

V
¿Que es urgente y deseable hacer en el próximo futuro?

Si el socialismo de Estado, es cuestionable, no por aspirar a poner los impulsos altruistas de los hombres al servicio de la sociedad, o porque reduzca la libertad natural del hombre, si no porque, de hecho, es poco más que una reliquia cubierta de polvo de un plan para afrontar los problemas de hace cincuenta años, basado en una comprensión equivocada de lo que alguien dijo hace cien años. 

Y, si existen determinados problema que afectan al capitalismo en su funcionamiento que no son solucionables por los individuos sin el concurso del estado. 

Debemos tender a separar aquellos servicios que son técnicamente sociales de aquellos que son técnicamente individuales. La Agenda del Estado no puede referirse a aquellas actividades que los individuos privados ya están desarrollando, sino a aquellas funciones que caen fuera de la esfera del individuo, aquellas decisiones que nadie toma si el Estado no lo hace. Lo importante para el gobierno no es hacer cosas que ya están haciendo los individuos, y hacerlas un poco mejor o un poco peor, sino hacer aquellas cosas que en la actualidad no se hacen en absoluto. 

VI
Europa

El gran sueño de libertad, democracia, prosperidad y justicia social, es ya una realidad, cuya desaparición sería catastrófica, pero es una realidad cuya estructura se sostiene sobre la moneda –el euro- y no sobre instituciones políticas verdaderamente democráticas.
Es esa naturaleza fundamentalmente monetaria de Europa, la que está provocando algunas disfunciones que atentan contra los fundamentos democráticos y pretendidamente igualitarios del sistema.

Y, cuando al inicio de la crisis, parecía que se giraba hacia lo público, hacia el control del Estado sobre la economía, en realidad se ha ido al control político de sus integrantes -países democráticos-, en función de los intereses y las leyes de los llamados mercados. La crisis ha desorganizado la frágil y compleja organización económica europea, desarticulando las finanzas públicas y el comercio entre las naciones. Europa retrocede en vez de progresar, siendo el problema del empleo -el desempleo- el que no encuentra respuesta ni teórica, ni práctica.

La Europa emergente, es hoy una Europa del descalabro, de la desorganización, de la penuria y miseria de los pueblos. Los gobiernos de los estados poderosos, negocian el futuro de los estados endeudados, sin mostrar preocupación con la vida económica, sino casi exclusivamente con las amortizaciones de lo que se ha dado en llamar “deuda soberana”. 

¡Botín de guerra! 

Juliano

jueves, 1 de diciembre de 2011

Culminación del "laissez-faire" (I)





EL FINAL DEL LAISSEZ-FAIRE (1926), de John Maynard Keynes. Es un ensayo publicado como opúsculo por Hogarth Press en julio de 1926, es la fuente de inspiración y quizás poco precisas reflexiones de este trazado.
En el momento actual, en el mundo opulento, no hay ningún gobierno que me parezca estar persiguiendo objetivos correctos por medio de métodos correctos, a pesar de que la pobreza material proporciona el incentivo para cambiar, precisamente en situaciones en las que hay muy poco margen para la experimentación.
Nuestro problema es construir una organización social que sea lo más eficiente posible, sin ir en contra de un modo de vida satisfactorio.
Necesitamos una nueva serie de convicciones que broten de un sincero examen de nuestros propios sentimientos íntimos en relación con los hechos exteriores.
I
La crisis
Una crisis que afectara al mundo rico y desarrollado, tan devoradora e inmanejable, no se había visto desde la “Gran Depresión” de 1929. La “Economía Eficiente”, basada en “el mercado”, fuerza ciega, de compleja teoría basada en suposiciones simplonas, como el crecimiento infinito del dinero o que la avidez y codicia de los “emprendedores” conduce al pleno empleo y el bienestar social, es un sueño trastocado en quimera.
Y, de esa siesta y “sonsera” nos despertamos de golpe en el verano de 2007, sin que la ideología dominante de la economía sin control, supiera que decir. El neo-liberalismo incontestable de Thatcher y Reagan, martillo de las ineficiencias de lo público, que había barrido las políticas socialdemócratas, se quedo perplejo, tanto que algunos gobiernos afirmaron que el asunto no iba con ellos, y tardaron más de tres años en reaccionar.
Sin duda se tardarán décadas hasta que los economistas como buenos profetas del pasado, sean capaces de analizar y determinar lo que nos está sucediendo. ¿Será suficientemente grave la crisis, como para que las grandes economías tomen conciencia de que se debe controlar más el mercado? Nos preguntamos al igual que Sampie Terreblanche -economista sudafricano-.
Los mas avispados comprendieron rápidamente que la economía no puede actuar sin control y tomaron decisiones que pusieran las riendas al mercado desenfrenado, reforzando la idea de lo público y su intervencionismo, pero con una novedad, que ese intervencionismo se aplica a los gobiernos de los propios países afectados, que intervienen con dureza en la gestión de la economía para entregársela al mercado.
Con la primera gran crisis del siglo XX -la de 1929- se aborreció del laissez faire, que había dado todo el protagonismo a las fuerzas libres del mercado, abandono que permitió tras la guerra, la construcción del Estado del bienestar.
Nuestra situación, no es similar a la de aquellos años, pero hay elementos comunes: el cambio de la estructura productiva, la importancia de la rigidez salarial, el elevado desempleo, la perdida de capacidad de crecimiento, etc., etc. Otros son nuevos: el relativo fracaso de expansión de la demanda, su carácter mucho más internacional,…, quizás por eso algunos de los más reputados académicos de la Economía, alientan la intervención política y abogan por la puesta en marcha de soluciones keynesianas.
Keynes, buen conocedor de la realidad de su época, era un firme partidario del intervencionismo, no para hacer más o menos bien lo que los individuos pueden hacer, sino para hacer lo que estos no pueden hacer; creía llegado el momento de poner punto final a la filosofía liberal individualista, que veía en la acción egoísta de los individuos la clave del bienestar social, y por el contrario muy adecuada la acción de las autoridades con el objetivo de moderar las fluctuaciones económicas, evitando el desempleo y la recesión.
II
La filosofía liberal individualista
Al final del siglo XVIII, el derecho divino de los reyes cedió su lugar a la libertad natural y a los derechos individuales, y el derecho divino de la Iglesia al principio de tolerancia; la nueva ética colocó al individuo en el centro. Estas ideas proporcionaron un fundamento intelectual satisfactorio a los derechos de propiedad y de libertad individual, para hacer lo que le plazca consigo mismo y con lo que le pertenece.
Pero fueron los economistas quienes dieron a la noción –liberal individualista- una base científica: Por la acción de las leyes naturales los individuos que persiguen sus propios intereses, con conocimiento de causa y en condiciones de libertad, tienden siempre a promover, al propio tiempo, el interés general.
A la doctrina filosófica de que el gobierno no tiene derecho a interferir, y a la doctrina divina de que no tiene necesidad, se añadió una prueba científica, que su interferencia es inconveniente. La finalidad de ensalzar al individuo fue deponer al monarca y a la Iglesia; el efecto fue el de afianzar la propiedad y la norma.
III
Laissez-faire
La máxima laissez-nous faire se atribuye tradicionalmente al comerciante Legendre, dirigiéndose a Colbert poco antes de finalizar el siglo xvii. Pero no hay duda de que el primer escritor que usó la frase, y lo hizo en clara asociación con la doctrina, es el marqués de Argenson, hacia 1751. Para gobernar mejor, dijo, se debe gobernar menos: “Dejad hacer, tal debiera ser la divisa de todo poder público, desde que el mundo está civilizado”.
En pocas palabras, la filosofía política, que los siglos XVII y XVIII habían forjado para derribar a reyes y prelados, se había convertido en “¡Dejad hacer!”
Pero los principios del laissez-faire han tenido otros aliados además de los manuales de economía, la escasa calidad de las propuestas alternativas: el proteccionismo por un lado y el socialismo marxista por el otro. Las evidentes deficiencias científicas de estas dos escuelas, unido al desprecio por el esfuerzo individual y la atmósfera de despilfarro y de no tener en cuenta el coste, molesto a cualquier espíritu ahorrativo o previsor, contribuyeron grandemente al prestigio y autoridad del laissez-faire,.
No obstante, el individualismo y el laissez-faire no podían, haber asegurado su dominio sobre la dirección de los asuntos públicos, si no hubiera sido por su conformidad con las necesidades y los deseos del mundo de los negocios.
Juliano