viernes, 30 de septiembre de 2011

Los Homeless masones

¿Es posible el trabajo masónico sin Logia? Creo que no y ello a pesar de la corriente que parece extenderse en el universo masónico en el que, más y más miembros de esta antigua cofradía renuncian a la pertencia a una Logia o una Obediencia en aras de una novedosa teoría, según la cual la obra puede realizarse sin el concurso de otras hermanas y otros hermanos.

Los y las Homeless masones rechazan el principio esencial de la construcción masónica, la pertencia a un grupo en el que el aprendizaje se realiza gracias al intercambio de experiencias entre todos sus integrantes. El método de aprendizaje masónico renuncia a la clase magistral para centrarse en algo mucho más enriquecedor y que es el hecho de compartir. Incluso el o la Vigilante aprenderá de Aprendices y Aprendizas o Compañeras y Compañeros  en la misma medida en la que sepa entender el concepto de igualdad que no de igualitarismo existente en una Logia.

El y la Homeless masones creen que es posible la práctica del Arte sustituyendo la pertenencia a una Logia por el paso por muchas y variadas en las que ir dejando sus conocimientos pero sin que la propia fugacidad de la visita les permita recibir nada a cambio. El resultado final es un empobrecimiento del propio discurso por puro agotamiento y falta de sabia nueva que renueve y mantenga al día los conocimientos fatigosamente adquiridos en los días en los que se vivía la fraternidad en toda su intensidad y complejidad.

El y la Homeless masones acaban por perder otra de las más importantes virtudes masónicas, la tolerancia. La fugacidad de la visita antes señalada hace que la posibilidad de conflicto desaparezca y con ello la práctica de la tolerancia, el trabajo de ponerse en el lugar del otro y con ello todo el proceso que nos lleva a la empatía con los demás. Es más, es posible que tras de sí dejen un conflicto abierto al que no podrán aportar ninguna posibilidad de solución. Ya no están y es posible que en su próxima visita el conflicto se haya solventado sin su concurso y sin que hayan podido aprender absolutamente nada del trabajo que llevo a la solución.

Parece pues evidente que aunque sea posible decirse masón y ser reconocido o reconocida como tal por el resto de Hermanas y Hermanos, muchos si el vagabundeo es amplio, se pierden aspectos esenciales del trabajo en la cantera como son todos aquellos que nacen del compartir  porque compartir es algo más que una visita fugaz, es vivir día a día la construcción, la misma construcción y no una diferente cada vez.

He dicho



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