Hace años se habló bastante de Propaganda 2, una organización criminal que maquilló sus intereses económicos y políticos bajo el apelativo de logia masónica. Nacida de una escisión del Gran Oriente de Italia, la supuesta logia participó en distintas acciones anticomunistas en latinoamérica -la triple A o los Contras- y en la caída del Banco Ambrosiano.
De la masonería, tanto en sus valores como en su simbolismo, poco o nada quedó en P2. Apenas un antiguo masón expulsado del Gran Oriente y un puñado de fascistas y mafiosos ejerciendo una fraternidad condicionada por el poder.
El poder y el dinero son metales que no tienen cabida en los talleres masónicos. No es así en Propaganda 3, ni lo fué en P2.
Evidentemente, no soporto que se confundan instituciones contrarias a los Derechos Humanos con instituciones masónicas.
Si la trama cuenta además con la presencia de Berlusconi y otros personajes públicos que detesto se incrementa aún más mi rechazo. Para un masón común resulta insultante que se le confunda con este tipo de individuos. Es por ello que este artículo hace pública mi indignación frente al uso indistinto de los términos, ahora que la prensa vuelve a hablar de P2 agarrándose al morboso apellido de "masónico".
Hablemos de los intereses de la extrema derecha, de la Guerra Fría y el fascismo italiano, de los Camisas Negras, la CIA y la OTAN, de la represión de Videla en Argentina y la imposición del terror y el pensamiento único en manos del gobierno estadounidense -¡Proclamador de las libertades! ¡Oh yeah!-.
La falta de ética es la enfermedad más extendida entre la clase política y la élite económica. La humanidad, aunque nos pese, es una especie contagiada por la ambición. La masonería no se libra de los vándalos, de ahí que a veces haya tenido que expulsarse a algún ladrón o algún genocida de distintas instituciones masónicas. Eso sí, un criminal disfrazado con un mandil y unos guantes no deja de ser un criminal. El problema es el de siempre. En un mundo dirigido por el Dólar -o por el Euro, of course-, el payaso será el rey del carnaval.
El artículo de El País sobre P3, a continuación: